La cirugía plástica quita años y mejora la autoestima

Una reciente investigación publicada en el Journal of the American Medical Association acaba de concluir que la cirugía plástica puede ayudar a aparentar de media, unos 5,1 años menos de los que realmente tenemos.

Las personas operadas pueden llegar a aparentar de media unos cinco años menos. Se trata de un pequeño experimento que el que se pidió a 50 personas que averiguasen la edad y calificasen la belleza de 49 operados de edades comprendidas entre los 42 y los 73 años, en fotografías realizadas tanto antes como después de la intervención. Si bien sí había diferencias a la hora de adivinar la edad, no las había en su valoración de la belleza. Curiosamente, los jueces interpretaron que la edad de las personas analizadas era menor de la real tanto antes como después de la operación: 2,1 de media en el caso de las fotografías previas a la intervención, 5,1 de media en las que se habían tomado con posterioridad.

El estudio ha sido llevado a cabo por Joshua Zimm, del Hospital Lennox Hill de Nueva York, aunque los pacientes habían sido operados en una clínica de Toronto, en Canadá, y habían llevado a cabo todo tipo de intervenciones, de liftings faciales a alisamientos de cuello pasando por retoques de cejas.

La cirugía plástica puede hacernos sentir mejor

Según un libro publicado el verano pasado, una operación de cirugía plástica puede no solo mejorar nuestra apariencia externa, sino también, mejorar nuestro bienestar interior.

La gente identifica la belleza con ser buenas personas. El libro en cuestión se trataba de In Your Face (Hardie Grant Books), publicado por el cirujano plástico de la clínica Mayo Bryan Mendelson, que recordaba que la cirugía estética en particular y la modificación del cuerpo humano por razones estéticas en general no se tratan de nada nuevo, y que el ser humano lleva haciéndolo desde tiempos inmemoriales. Nos guste o no, vivimos en una sociedad en la que la apariencia física es fundamental; donde la gente suele identificar, aunque sea de forma inconsciente, la belleza con ser buena persona o de éxito.

Steven Jeffes publicó a finales de los años noventa un ensayo, La apariencia lo es todo (Sterling House Publisher), en el que afirmaba que “las personas atractivas tienen de dos a cinco veces más probabilidades de ser contratadas y suelen ganar de un 12 a un 16% más”. Otro estudio realizado por Daniel Hammermesh y Jeff E. Bidle señalaba que aquellos que figuraban entre el 9% de los trabajadores menos atractivos de la empresa solían ganar menos que el resto. En muchas ocasiones, el prejuicio se oculta bajo explicaciones convencionales (“‘no respondes al perfil’ es la frase que más he escuchado”, señala una joven dependienta), por lo que no hay lugar para la protesta.

Subiendo la autoestima

Como suele ser habitual en estos casos, Mendelson recuerda que la mayor parte de la gente no cuenta a los demás que ha pasado por el quirófano porque el objetivo de este tipo de intervenciones “no es impresionar a los demás, sino impresionarse a uno mismo”. El australiano indicaba que “para mucha gente, es necesario para recuperar su confianza. La clave es la autoestima. Lo están haciendo para sí mismos”. Evidentemente, como he dejado claro en anteriores post de este blog, es fundamental la labor psicológica del cirujano plástico para evitar que las operaciones puedan ser psicológicamente insatisfactorias o dolorosas para el paciente.

Errores de planteamiento frente a la cirugía plástica

En los más de 20 años de años que llevo dedicado a la cirugía plástica, puedo decir que los errores de planteamiento que tienen algunos pacientes sobre los resultados de la cirugía plástica se pueden resumir en cuatro:

1. Hay personas que piensan que al operarse resolverán sus problemas, pero no es así. Es cierto que, como puso de manifiesto una encuesta publicada en Estados Unidos, el 90% de personas están satisfechas con el resultado de su operación. Sin embargo, hay ocasiones en las que pasar por el quirófano es lo peor que puede hacerse. Como ya indiqué en ¿Cómo realizar una indicación de cirugía plástica que satisfaga al paciente?, someterse a una intervención de cirugía plástica en un momento de tristeza, frustración o estrés, es una mala idea, ya que el potencial paciente piensa que hacerlo resolverá sus problemas y no es así; es ahí donde un buen cirujano plástico debe detectar el verdadero problema e intentar convencer al potencial paciente sobre lo inadecuado de la operación.
2. Además, no hay nada peor que tener unas “expectativas desmesuradas” sobre el resultado de la operación, lo que puede conducir a un rápido arrepentimiento y frustración del paciente. Nunca me canso de recordar a los pacientes que la cirugía plástica, al igual que cualquier cirugía, tiene unos riesgos, pero que en manos de un buen cirujano se minimizan y se pueden solventar.
3. Intentar imitar los rasgos de una celebridad, algo más frecuente de lo que se piensa.
4. Otro gran error que comenten algunas personas que se plantean someterse a una intervención de cirugía plástica, es la de pensar que gracias a una intervención quirúrgica lograran detener el inexorable avance del tiempo y mantenerse siempre con un cuerpo de 35 años. Pues lo siento por ellos, pero el combate esta perdido de antemano… solo hay que pensar en todos esos famosos que se ven en las revistas y que son el objetivo de la burla y mofa de la gente, “más vale una arruga de más que la burla o mofa generalizada”.

Conclusión

Mientras el paciente siga teniendo en mente alguno de estos cuatro errores, nunca estará satisfecho con le resultado de su intervención, por muy bien que este realizada y que los resultados sean buenos. Personalmente, cuando yo me encuentro frente alguno de estos cuatro casos, intento sacarle de su error al paciente, pero si no lo consigo, prefiero no operarle.

La cirugía plástica, al igual que la medicina estética, tienen como objetivo el ayudar a que las personas envejezcan bien dentro de la edad que tienen. Una cosa es aparentar 5 o incluso 10 años menos y otra es intentar aparentar un chaval de 25 años.