En este post, reproducimos un artículo de la Dra. Petra Navarro, médico especialista en medicina-estética y nutrición de Instimed, sobre los otros usos de la toxina botulínica, más conocida como Botox.

En este post, reproducimos un artículo de la Dra. Petra Navarro, médico especialista en medicina-estética y nutrición de Instimed, sobre los otros usos de la toxina botulínica, más conocida como Botox.
Es ahora en septiembre, cuando se empiezan a hacer evidentes los daños producidos en la piel durante el verano. El principal causante de dichos daños es la sobre-exposición solar, a lo que hay que añadir un mayor grado de deshidratación dérmica, el aire acondicionado, las aguas cloradas de las piscinas, el salitre del mar, el uso de autobronceantes, etc.
Todo esto provoca fotoenvejecimiento, aparición de grietas y manchas, cutis reseco y un desgate general de la piel.
Según un estudio de Instimed realizado en base a las consultas de los últimos 5 años, el 30 por ciento de los españoles decide iniciar algún tratamiento medico-estético en el último trimestre del año, tras la vuelta de las vacaciones, que es cuando suelen tomar conciencia de la importancia de cuidarse o se proponen mejorar su aspecto.
Las tapitas, el picoteo, descontrol de comidas, buffets, helados, etc. suman una alta cantidad de calorías que se instalan en nuestro cuerpo durante el verano, haciendo que de media hayamos engordado entre 5 y 10 kilos durante período estival. Por eso, el 66% de los españoles se preocupa por deshacerse de los efectos estivales a partir de septiembre.