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El lipoláser es una técnica quirúrgica de alta precisión que emplea el láser para eliminar la grasa acumulada de forma mínimamente invasiva, y con un postoperatorio más cómodo y una recuperación más rápida que la liposucción tradicional.
El lipolaser es una técnica muy efectiva para proporcionar un nuevo contorno corporal, con resultados permanentes, pero en ningún caso sirve para perder peso ni eliminar la celulitis.
Durante la primera consulta, el cirujano plástico evalúa el estado general, los depósitos de grasa existentes y el tono y firmeza de la piel, con el fin de analizar si el paciente es candidato para esta técnica.
Se explican los métodos alternativos para mejorar el contorno corporal, como la abdominoplastia, y se analizan las opciones o la combinación de procedimientos que sean más adecuada para el paciente.
También se explican cuál es el tipo de anestesia que se emplea.
Es fundamental que la persona interesada en someterse a una liposucción con láser le exponga la médico sus expectativas de manera sincera y franca, para que el cirujano plástico sea también franco y le muestre las alternativas disponibles para su problema, con los riesgos y limitaciones de cada una de ellas.
Se trata de una intervención ambulatoria que no requiere ingreso hospitalario, el paciente sale por su propio pie en el día.
Se realiza bajo anestesia local.
La intervención tiene una duración de entre 1 y 3 horas, dependiendo de la zona a tratar.
La intervención consiste básicamente en el uso de una fibra de láser, fabricado para destruir exclusivamente las células grasas, sin afectar a otros tejidos. Dicha fibra se conduce hasta la grasa que queremos eliminar.
Al ser una intervención menos invasiva que la liposucción tradicional, se consigue:
Menor trauma para los tejidos del paciente.
Menores molestias e inflamación postoperatoria.
Mejor retracción de la piel.
El paciente deberá llevar durante un mes una faja de compresión elástica que le ayudará a reacomodar la piel sobre el nuevo volumen.
La recuperación de esta intervención es prácticamente inmediata.
El paciente podrá reincorporarse a su actividad diaria a las 24h.
Es recomendable realizar masajes de drenaje linfático en las zonas tratadas.
Los resultados pueden ser permanentes, siempre y cuando mantenga una dieta adecuada y practique ejercicio periódicamente.
Generalmente hacia el segundo mes se observa una gran diferencia de volumen, pero el resultado final no se ve hasta los tres meses.
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