Gracias a los rellenos faciales podemos devolver al rostro su volumen original y eliminar la flacidez.
Los rellenos faciales son infiltraciones de materiales reabsorbibles y biocompatibles. Los más utilizados son el ácido hialurónico y la hidroxiapatita.
El ácido hialurónico es un polisacárido, y es un componente natural de la matriz del tejido conjuntivo de la piel. El 50% de todo el ácido hialurónico se encuentra en la piel.
Tiene una gran capacidad de absorción de agua (un gramo de ácido hialurónico se une hasta a litros de agua) y por ello es un “hidratante natural” que ayuda a mantener la elasticidad de la piel, estimula el colágeno y actúa como material de relleno. Se emplea en el tratamiento de arrugas desde 1996.
Existen diferentes tipos de ácido hialurónico dependiendo del grado de reticulación. Cuanto mayor sea el grado de reticulación, mayor será su densidad y durabilidad. En función del tipo de arrugas y las zonas a rellenar se empleará un tipo u otro de ácido hialurónico. El ácido hialurónico reticulado se suele emplear para reposicionar volúmenes perdidos, ya sea de forma moderada en labios o de forma más intensa en pómulos.
Al ser la sustancia de relleno más natural que existe, la utilización de ácido hialurónico es perfectamente compatible con otras técnicas como la hidroxiapatita, la bioestimulación o el Botox, pero siempre bajo indicación y supervisión médica.
Es un material de relleno desarrollado sintéticamente y BIOCOMPATIBLE. Está compuesto por:
Microesferas de hidroxiapatita cálcica (CaHA): Es un voluminazor que tiene una efectividad a largo plazo gracias a las microesferas de CaHa que actúan como “andamio” e inducen la neoformación de colágeno.
Gel transportador acuoso y reabsorbible de carboxi-methylcellulosa sódica que permite un efecto inmediato del tratamiento.
Se utiliza para:
Proyectar.
Marcar perfiles
Recuperar óvalo facial
Efecto lifting
Rellenos de manos.
Rinomodelación.
Lipodistrofias
Modelar el rostro, aumentando el volumen de la zona tratada: labios, pómulos, mejillas o mentón.
Corregir o atenuar todo tipo de depresiones cutáneas, fundamentalmente arrugas, surcos y cicatrices.
Tratar la lipodistrofia ocasionada por diversas patologías.
Remodelación de la nariz.
El tratamiento se realiza sin incisiones, ni cicatrices, ni cirugía, bajo anestesia local o tópica y respetando siempre la fisionomía del rostro buscando la armonía y resultados naturales.
Para determinar el tipo de relleno más adecuado para cada paciente es imprescindible una consulta previa con el objetivo de valorar el tipo de piel, la zona a tratar y el objetivo que se quiere alcanzar.
© Todos los derechos reservados 2018INSTIMED | Aviso legal | Política de Cookies
Somos miembros de la Asociación Internacional de Medicina Estética Universitaria (A.I.M.E.U.)
Centro sanitario autorizado por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid con el número CS 9514