El Summer boobs o Instabreast es la nueva tendencia de belleza en Estados Unidos. Tener un pecho generoso durante 24 horas sin tener que pasar por el quirófano. Una tendencia que seguramente acabará llegando a España.
Pensaba que ya lo había visto de todo, pero esta mañana me he desayunado con una noticia increíble por no decir aberrante: un cirujano plástico neoyorkino ha desarrollado una nueva intervención que permite a sus pacientes disfrutar de un pecho grande durante un día en 20 minutos y sin cirugía.
El doctor Norman Rowe, ha desarrollado una solución que permite agrandar el pecho durante 24 horas sin cirugía. El proceso de inyectado dura 20 minutos y cuesta 2.500 dólares (algo más de 2.000 euros), una inversión, en mi opinión, costosa e inútil. Pero el doctor Rowe no se queda ahí, quiere lanzar para este verano “Summer boobs” o “Pechos de verano”. El objetivo es lograr que la solución inyectada en el pecho dure entre dos y tres semanas, para que las mujeres puedan lucir unos pechos grandes en la playa.
El doctor Norman Rowe inyectado una solución especial a una paciente en el pecho.
El doctor Rowe también considera que es una buena forma (algo cara) de permitir a las mujeres el experimentar lo que es tener un pecho más grande antes de realizarse un auténtico aumento de pecho. Pero el doctor no se queda ahí, también se esta planteando llevar su invento al mundo masculino, utilizándolo como implante en los gemelos (parece estupendo y nada doloroso…)
Y ¿qué pasa con los riesgos del Instabreast?
Aún no existe ningún estudio que asegure que estas inyecciones no tengan riesgos. ¿Y si la aguja toca algún vaso sanguíneo o se produce una infección? Yo no soy partidario de inyecciones en el pecho. Nada prueba que las inyecciones no puedan tener consecuencias sobre el cáncer de mama. Incluso la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP) ha advertido sobre los riesgos de realizar punciones en el pecho. A parte de que someter al pecho a cambios bruscos y continuados de tamaño puede producir una dilatación de la piel y los músculos y con ello favorecer la caida del pecho.
Esta nueva fórmula aún está a la espera de la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration) que tardará dos años aprobarla o no. Esperemos que durante este lapso de tiempo, las administraciones se den cuenta del peligro que supone poner en el mercado un producto así.
De todas formas, ya tuvimos una experiencia similar con el ácido hialurónico en 2008, el famoso macrolane. Se lanzó como una alternativa no quirúrgica al aumento de pecho tradicional. Pero al cabo de unos años fue prohibido en la mayoría de los países europeos debido, entre otros motivos, a que dificultaba la detección precoz del cáncer de mama (Aumento de senos: porque está prohibido el ácido hialurónico).
El pecho es un órgano frágil y delicado con un alto riesgo de cáncer, por lo que cuanto menos se manipule mejor. Por eso, tampoco soy partidario del lipofilling a nivel mamario, es decir, utilizar la propia grasa de la paciente para realizar rellenos. Y eso que al ser la propia grasa del paciente no existe posibilidad de rechazo, pero como he dicho antes y me repito, cuanto menos manipulemos el pecho mejor.
Dr. Antonio González-Nicolas, cirujano plástico Instimed
