Entre cosmético y medicamento, la cosmecéutica selecciona las moléculas más eficaces para una piel perfecta.
Antes de entrar a analizar su formulación, reconoceréis la cosmecéutica por su estilo austero. Ni embalajes llamativos, ni famosas anunciándolos, ni olores envolventes, la cosmecéutica va al grano: a la eficacia. Como un antibiótico. Con este producto estamos en un plano cuasi médico, el término cosmecéutica viene de la combinación de cosmética y farmacéutica, por lo que se podría decir que estos productos de belleza son medicamentos para la piel. Sería el equivalente a los nutricéuticos en alimentación.
La principal diferencia entre cosmecéuticos y cosmética tradicional está en la acción profunda que los primeros ejercen sobre la piel. Los cosmecéuticos contienen ingredientes con propiedades biológicas científicamente demostradas, cuyos efectos van más allá de su periodo de aplicación. Estos activos son seleccionados sobre la base de los datos científicamente obtenidos de la investigación biomédica, por su eficacia probada y no en función de una moda.
La piel sufre un doble proceso de deterioro, el envejecimiento intrínseco, ligado al paso del tiempo, y extrínseco, ligado a las agresiones del entorno: sol, polución, tabaquismo, estrés, mala alimentación, etc. Por ello, el enfoque terapéutico debe ser múltiple. Los principios activos se incorporan en concentraciones óptimas y seleccionados en función de sus propiedades sinérgicas. A esta sinergia de activos se añade la lógica funcional, es decir la aplicación sucesiva de cuidados que, respetando las etapas, tiene efecto la de activar las células, estimular la síntesis molecular e inhibir la degradación molecular.
¿Cuál es la diferencia entre cosmética clásica y cosmecéutica?
La cosmética tradicional está más centrada en el bienestar que en la parte médica. Su función principal es hidratar, ocultar los defectos y limpiar la piel durante el día a día. El componente marketing y el packaging son muy importantes. En la cosmecéutica, por el contrario, el packaging es sobrio y toda la atención se centra en la eficacia del producto. De hecho, en muchos casos, cada tratamiento o coctel de cuidados es individualizado y debe ser supervisado por un especialista para maximizar el impacto.
¿Para qué problemas pueden ser eficaces los productos cosmecéuticos?
La manchas, las arrugas, los daños cutáneos ligados a sol, estrés, polución o mala alimentación, están indicados para tratarlos con cosmecéutica. En algunos casos se combinan hasta cinco sustancias para aumentar su eficacia. Los antioxidantes A C E o el ácido hialurónico, son ingredientes clásicos de la cosmecéutica, que han demostrado su eficacia. La elección de los ingredientes, su concentración y su combinación son fundamentales para su eficacia. La cosmecéutica se puede asociar a tratamientos de laser o radiofrecuencia, para aumentar la seguridad y sus beneficios.
¿Dónde encontrarnos los productos cosmecéuticos?
En general, hay que evitar el comprar productos cosmecéuticos por Internet o en comercios dudosos, ya que existe el riesgo de productos falsos, ineficaces e incluso tóxicos. La calidad de producción, del transporte y del estocaje de los productos de alta tecnología son fundamentales para garantizar su eficacia y seguridad. Lo mismo sucede con su buen uso. Un especialista formado en estos productos es fundamental para recomendar el producto adecuado para casa persona.
Los productos cosmecéuticos no se encuentran en los circuitos comerciales habituales, sino en consultas de dermatólogos, clínicas, spa medicalizados o en farmacias aptas para asesorar sobre este tipo de productos.
Dra. Gilene Dura, dermatóloga especialista en medicina estética
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