Cirugía estética: ¿Sabes por qué quieres operarte?

Algunos famosos abusan de la cirugía estética y cambian un físico natural por un físico modificado y a veces empeorado, como por ejemplo el reciente caso de Renée Zellweger. ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué muchos famosos y no famosos abusan de la cirugía plástica? Nuestro cirujano plástico, el doctor González-Nicolas nos lo explica.

Desgraciadamente la cirugía estética se ha banalizado

Desde los años 60-70 el número de famosos que se ha sometido a la cirugía estética ha ido increschento: para ser conocido hay que tener un físico adecuado. A parte de algunas excepciones, hay que cumplir con estándares estéticos cada vez más exigentes. La dictadura de la imagen, el deseo de estar en el “top”, de permanecer joven con un cuerpo perfecto lleva a muchos famosos a pasar sucesivamente por el quirófano. Lifting, rinoplastia, elevación de pómulos, aumento de pecho, liposucción, botox, son algunos de los tratamientos estéticos más demandados. Pero la obsesión del físico perfecto puede llevar a ser infeliz y a abusar de la cirugía.

transformación cirugia estetica Renée Zellweger

La actriz Zellweger alias Bridget Jones, 57 años, aparecio irreconocible el 20 octubre de 2014 en los Ángeles.

Y la combinación de famosos operados con una reducción de precios y publicidad, ha hecho que cada vez hay más gente que se esté animando a pasar por el quirófano para mejorar algún aspecto de su cuerpo, pero también ha originado una banalización de este tipo de operaciones, y eso es un gran error. La cirugía estética no deja de ser una cirugía en la que se modifica el cuerpo por lo que nunca se puede hablar de casos “banales”, por ello es fundamental que el potencial paciente nos cuente su historia, lo que quiere y en algunos casos, dejar que pase cierto tiempo entre la primera cita con nosotros y la decisión de operarse o no.

Algunas operaciones son muy visibles, hasta el punto de que la persona deforma su apariencia

La belleza es subjetiva, cada uno tiene su propia interpretación. Pero las imágenes impactantes de pacientes multioperados que se ven en los medios ha hecho que mucha gente reflexionase: las consecuencias de un abuso o mal uso de la cirugía plástica son conocidos. Dicho esto, en Estados Unidos  o en América latina, les gusta que los resultados de una operación se vean a primera vista: es un signo exterior de riqueza que hay que mostrar; “Se tiene que ver”. En España, nos gusta “que se vea pero que no se note”, huimos de lo artificial, buscamos más corregir y mejorar.

¿Cómo se genera la adicción a la cirugía estética?

La mayoría de personas que acuden a mi consulta vienen por problemas anatómicos, pero no siempre es el caso. A veces, se recurre a la cirugía para aliviar un estrés o un malestar. Ciertas imperfecciones, aunque sean casi imperceptibles, pueden ser inaceptables para algunas personas que tienen, en su fantasía inconsciente, una imagen ideal a alcanzar. Entonces hablamos de trastorno dismórfico corporal: se trata de un trastorno corporal en el que los defectos se renuevan constantemente. No te ves como eres realmente, percibes una parte de tu cuerpo o todo de forma distorsionada o peyorativa. Y en los casos más graves, este trastorno va acompañado del miedo de verse y/o ser visto.

trastorno dismórfico corporal: se trata de un trastorno corporal en el que los defectos se renuevan constantemente

El trastorno dismórfico corporal es un trastorno en el que los defectos se renuevan constantemente.

Las personas que padecen este trastorno trasladan constantemente su angustia sobre una parte de su cuerpo, que les sirve para justificar sus todos sus males. El sufrimiento inicial se puede aliviar o frenar tras una operación, pero aunque el resultado sea positivo al no tratar la verdadera causa el sufrimiento se trasladará a otra parte del cuerpo. De esta forma, se llega a desarrollar una adicción a la cirugía plástica, obviando totalmente los riesgos y las consecuencias de la multiplicación de los actos quirúrgicos.

Hay que saber cuándo decir “no” a la cirugía estética

Más de una vez he tenido que decir no a un paciente. Los cirujanos plásticos no somos magos. A menudo por ejemplo, no está indicada una liposucción sino una dieta médica personalizada. A estos pacientes les digo: “nos volvemos a ver cuando hayas eliminado xx kilos”. La cirugía plástica no es un simple producto de consumo. Aporta resultados durables o definitivos. Los médicos deben informar a sus pacientes de las consecuencias y riesgos de toda operación.

Un buen cirujano plastico debe saber decir NOAlgunas mujeres acuden a mi consulta con una crisis emocional porque sus maridos les han abandonado y quieren borrar lo más rápido posible los signos del envejecimiento, o algún paciente me trae directamente la foto de un famoso y me dicen “quiero parecerme a él”. Cuando detecto que una necesidad no legítima o me encuentro con una nariz multioperada con un principio de fibrosis (destrucción de tejido) suelo intentar orientar al paciente hacia una ayuda psicológica o que se tome su tiempo para reflexionar.

El tema no es fácil de tratar: algunas personas pueden ofenderse, replicar que “no están locas”, que no se están inventando que su barbilla esta para atrás o que tiene muy poco pecho. En realidad, la cirugía plástica es “psicocirugía”: tenemos que diseccionar la mente del paciente para entender lo que le sucede y modificar una decisión inadecuada en base la realidad anatómica del paciente. A menudo, no es la nariz o los pechos lo que habría que operar, si no el cerebro…

Y si un cirujano puede decir “no” a una operación ¿por qué vemos famosos totalmente desfigurados por la cirugía?

Desgraciadamente hay cirujanos plásticos que ante un paciente anónimo son capaces de orientarle y/o frenarles, pero que ante un famoso su neutralidad se vea alterada, ya sea por admiración o por aumentar su prestigio. Pero ¿quién no se ha preguntado alguna vez sobre la horrorosa evolución física de Michael Jackson? Y no voy a nombrar casos de rostros conocidos españoles, pero en algunos casos es para preguntarse a que chiringuito estético han ido… digamos que no son la mejor publicidad para nuestra disciplina.

Conclusión

Un cirujano plástico debe ser capaz de ser capaz de identificar si la solicitud de operarse es un síntoma. Por ello nos debemos interesarnos por la persona y tener en cuenta su historia: ¿Ha estado hace poco de luto?, ¿Ha pasado por la ruptura de una relación?, ¿Cómo es su vida en pareja? Y en el trabajo?, etc. También es importante saber si el paciente es la primera vez que se somete a una operación de cirugía plástica o ya se ha sometido a otras intervenciones y en este caso, identificar si sufre de trastorno dismórfico corporal. Porque si operamos “a ciegas”, lo único que logramos es que se  active un mecanismo de desplazamiento del complejo hacia otra parte del cuerpo.

Antonio Gonzalez-Nicolas, cirujano plástico de Instimed

Antonio Gonzalez-Nicolas, cirujano plástico de Instimed

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